domingo, 16 de enero de 2011

LOS DENTRIFICOS Y CEPILLOS DENTALES

La remoción mecánica de la Placa Bacteriana es el único método seguro para prevenir su maduración y sus efectos. Los dentífricos pueden contribuir, aunque algunos enjuagues bucales pueden inhibirla y/o destruirla si es atacada cuando es inmadura. La remoción mecánica de la Placa Bacteriana puede hacerse con cepillo, esponja, dedil de tela (toalla, gasa, Etc.) y con hilo dental para las superficies dentales contiguas. En la práctica, la remoción de la Placa Bacteriana puede hacerse con cualquier dispositivo diseñado para tal fin. Algunos cepillos dentales tienen indicaciones particulares de uso, de acuerdo a la firmeza de sus cerdas y a su disposición, pero tanto el cepillo más simple como el más refinado pueden cumplir la misma función. El complemento del trabajo efectuado por cualquier cepillo es dado por el hilo dental, en cualquiera de sus variedades.

LOSEl objetivo principal de los cepillos dentales, es remover adecuadamente la placa dental que se encuentra por encima del borde de las encías. En busca de resolver las diferentes necesidades de cada persona, en la actualidad existen numerosas formas, tamaños y presentaciones de cepillos de dientes.

Es importante en el momento de escoger un cepillo dental tener en cuenta el tipo de dentición, si es decidua, es decir dientes temporales o de leche, si es permanente o se está en el recambio de dientes. También deben considerarse factores como la destreza o habilidad manual, el uso de prótesis dentales o de algún tipo de aparatología, removible o fija.

Para la etapa de la infancia, existen diversas recomendaciones para comprar un cepillo dental adecuado para cada niño. Es importante que los padres consulten durante el primer año al odontopediatra, para recibir asesoría sobre la limpieza de la boca del niño, aún antes de tener dientes. Los restos de la lecha materna o del biberón, pueden causar en las encías del bebé enfermedades que pueden prevenirse, realizando diariamente una completa limpieza de los rodetes o rebordes de las encías con el dedo cubierto por una gasa humedecida, esto también sirve de adaptación y puede posteriormente facilitar el uso del cepillo dental.

Para los niños que tengan dientes temporales o deciduos, se recomienda utilizar un cepillo manual con las siguientes características: Cabezas con bordes protectores, fabricadas con un material plástico, preferiblemente caucho. Estas cabezas evitan las lesiones que pueden causarse, por la mala utilización del cepillo, con movimientos bruscos o fuerzas exageradas. Las cerdas deben ser extrasuaves pues en esta etapa, se esta limpiando más tejidos blandos como las encías, que los dientes.

Algunos de estos cepillos tienen filamentos o cerdas con bandas indicadoras, estas se utilizan para saber el momento justo en que se deba reemplazar el cepillo dental y también para colocar la cantidad adecuada de crema dental en el cepillo.

Los mangos de los cepillos deben ser antideslizantes, para que permitan un mejor agarre aun cuando el cepillo o la mano del operador estén mojados. Algunos cepillos tienen una base estabilizadora para que al colocarlo sobre una superficie plana, como el lavamanos del baño, no se caiga y se contamine. Es importante también que los mangos sean lo suficientemente largos y gruesos para que los adultos puedan sostenerlo fácilmente al cepillar los dientes de los niños. La cabeza del cepillo dental no debe ser muy grande y podría tener idealmente una forma ovalada o de diamante, para que permita fácil acceso a las zonas posteriores de la cavidad oral.

El momento de cambiar de cepillo dental, varía según la fuerza o la frecuencia del cepillado. En promedio se sugiere cambiar cada 3 meses el cepillo dental, o cada vez que las cerdas se vean desgastadas, lo que puede ser un problema para los padres de los niños que muerden los cepillos o juegan con ellos. Es importante mantener el cepillo, con un protector de la cabeza, o en un lugar fresco y seguro, para evitar la contaminación de éste.

También existen los cepillos eléctricos, que tienen como ventaja, la facilidad del uso y la disminución de la necesidad de destrezas, ya que tiene un movimiento automático de su cabeza o de los penachos de las cerdas. Existen de diferentes velocidades y pueden ser desechables, que duran 3 meses aproximadamente, algunos son de pilas otros de baterías recargables. No se ha demostrado que sean mejores que los cepillos manuales, sin embargo muchas veces sirven de estímulo o motivación, para mejorar los hábitos de higiene oral en los niños. Es recomendable utilizar los dos, no simplemente reemplazar el cepillo manual por el eléctrico. Estos cepillos son muy útiles en pacientes discapacitados o con dificultades en la motricidad.

Es fundamental usar la seda dental, mínimo una vez al día, para eliminar los restos de placa alimenticia que se quedan entre los dientes. Preferiblemente se deben usar sedas dentales con cera, para que pase con más suavidad por los espacios entre los dientes y según los gustos del niño, escoger un sabor u olor especial, como menta, tutifrutti, etc. En zonas donde la encía sangre, al usar la seda dental, existe inflamación de las encías lo que se conoce como gingivitis, este sangrado solamente desaparece cuando mejoramos nuestro cepillado y continuamos con el uso de la seda dental. Si el sangrado continúa debe consultar.

Se han sugerido además los cepillos interproximales, que son una especie de escobilla, y se utilizan para eliminar también los restos de placa entre diente y diente. Este cepillo es recomendado para pacientes con enfermedad periodontal, que usan prótesis fijas, o aparatología como ortodoncia y férulas.

Al utilizar la crema dental, se debe tener en cuenta la cantidad de flúor y la concentración de éste, para evitar una alteración en los dientes permanentes conocida como fluorosis, causada por la ingesta excesiva del flúor. Actualmente se recomienda el uso de una crema dental de bajo contenido de flúor después de los 3 años. Antes de esta edad, se debe realizar el cepillado sin crema.

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